¿Cómo funcionan las bombas de vacío para el pene?
La Disfunción Eréctil se diagnostica mediante evaluación médica. Dependiendo de la causa, hay múltiples soluciones disponibles para tratar la Disfunción Eréctil y mejorar la calidad de vida: medicamentos, cirugía o incluso dispositivos médicos. En este artículo descubrirás cómo trabajan los dispositivos de bomba de vacío en el pene, que podrán suponer una solución eficaz dependiendo del diagnóstico.
¿Cómo tratar la Disfunción Eréctil sin fármacos o cirugías?
Sufrir Disfunción Eréctil no es algo permanente, existen muchas soluciones: fármacos, cirugía o incluso tratamientos puramente mecánicos, que podrán resolver la Disfunción Eréctil y mejorar la calidad de vida.
¿Los conocías? Los dispositivos de vacío para la Disfunción Eréctil existen desde hace años. Su eficacia fue probada en 1985 en un artículo científico sobre su uso. Los han testado numerosas parejas, y se consideran como una técnica eficaz en una media del 90% de los casos. (según el estudio “resultados a largo plazo con los dispositivos de constricción de vacío.1
¿Cómo se utiliza una bomba de vacío para el pene?
Recomendaciones de uso:
Tiene forma de tubo. El usuario inserta el pene dentro y crea, de forma manual, vacío alrededor de él. Esto genera diferencia de presiones, generando que el flujo sanguíneo vaya hacia los cuerpos cavernosos del pene. En pocos minutos se genera una erección manteniendo la sensación habitual.
Se tendrá que utilizar un anillo para el pene, para evitar el desinflado y mantener la erección durante la relación sexual. Es importante saber que no se puede utilizar durante más de 30 minutos, para evitar prolongar la erección y con ello causar un daño en el sistema natural necesario para generar una erección.
En caso de tener problemas para tener una erección, el pene se recuperará gradualmente por sí mismo. Por ello, no es preocupante si durante los primeros usos de la bomba de vacío para la Disfunción Eréctil, el inflado no es el máximo. Habrá que aumentar gradualmente la presión para que haya un estiramiento continuo y suave del tejido que haya dejado de funcionar durante algún tiempo.
El tamaño del anillo para mantener la erección no es importante. Un anillo muy grande no mantendrá la erección, y uno pequeño puede resultar incómodo. Es importante tomarse tiempo para elegir el anillo que mejor encaje con cada uno, y con el que haya más comodidad durante la relación sexual.
Bombas de vacío, ventajas y efectos adversos
Una ventaja significante es que no se necesita ninguna cirugía. Los dispositivos de vacío para la Disfunción Eréctil son herramientas naturales, sin efectos secundarios nocivos. Se pueden combinar con otros tratamientos como fármacos o inyecciones.
En algunos casos la idea de utilizar una bomba de vacío no resulta agradable, pero es importante recordar que con ellas es el usuario quien tiene el control y puede parar la erección cuando quiera, con solo quitar el anillo.
Los dispositivos de vacío para la Disfunción Eréctil también tienen desventajas. En primer lugar, se debe crear una unión perfecta entre el cuerpo y el cilindro de la bomba, porque ante la menor fuga de aire deja de conseguir la erección. Esto se puede mejorar recortando el vello púbico y con gel soluble en agua.
Tal y como se menciona arriba, sólo se debe usar el anillo durante 30 minutos para bloquear la sangre.
En caso de Disfunción Eréctil, los dispositivos de vacío permiten tener relaciones sexuales satisfactorias, sin alterar las sensaciones. Sin embargo, este método también puede ser útil para ejercitar el pene, ya que después de un período de tiempo sin tener erecciones de forma normal el tejido se vuelve pobre en oxígeno y puede generar cicatrización y retracción del tejido interno con una potencial pérdida de longitud a largo plazo.
El uso diario de los mecanismos de vacío para la Disfunción Eréctil a modo de ejercicio, con una erección de 5 a 10 minutos conseguirá además oxigenar el tejido dañado y con ello prevenir de forma natural el estrechamiento del pene y la potencial pérdida de longitud.
1: According to the study ” Michael S.CooksonPerry W.Nadig, The Journal of Urology Volume 149, Issue 2, February 1993, Pages 290-294)https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8426404/